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EL CONCELLO DE TOMIÑO


Se propone como área de trabajo el Concello de Tomiño. Lugar paradigmático de una situación, prototípica del paisaje gallego: dispersión, convivencia rural-urbano, presión turístico-residencial, reestructuración industrial e infraestructural, lugar de paso.

Es un Paisaje mezcla de paisajes, donde una gran cantidad de núcleos se distribuyen por las laderas del valle fluvial del Miño gracias a un clima generoso, los múltiples lugares se articulan en base a criterios tradicionales, de minicultivos de subsistencia, donde una movilidad propia permanece, conectando entre si una red complejísima de infraestructuras, de origen y razones anteriores a un presente agrícola- industrial y urbano.

Así, la nueva movilidad moderna, se ha encajado en el lugar sin transición aparente, conviviendo así estructuras agrarias de minicultivo con cultivos intensivos casi industriales, con áreas residenciales urbanas aisladas incrustadas por razones y motivos diferentes a la vivienda agraria referenciada a su lugar.

Todo el Concello, como una amalgama de transiciones aparentemente amables, ha generado una gran problemática de cohesión pública, infraestructural y de equipamiento, de una sociedad que hoy demanda, en sus modos, pero no en sus movilidades, nuevas necesidades de cohesión. Gran puzzle, de lugares y paisajes, de apariencia articulada pero de realidades inconexas, que subsisten gracias a un gran esfuerzo en sus flujos, asunto no ajeno a Galicia.

Próximo al entorno periurbano de Vigo, lugar de paso entre Tui y A Guarda, su crecimiento se ha generado recientemente por una gran presión de islas residenciales ajenas al medio. Al mismo tiempo que una excesiva densificación, de formas urbanas, se ha ido produciendo en ciertos núcleos de origen estratégico, de paso, como Tomiño, o de origen rural-histórico pero también de paso, fronterizo en este caso, como Goian.

A su vez, todo el concello se ha convertido en un espacio paradigmático para Galicia, nos sólo por su gran potencial agrícola, de futuro, gracias al surgimiento de nuevos cultivos: vino de marca, kiwi, flores ornamentales que se acompaña de una nueva arquitectura del paisaje, sino que han generando unas necesidades de lógicas industriales y urbana de escalas ajenas al los múltiples lugares que es necesario confrontar y resolver para el futuro del país.

Nuevas infraestructuras proyectadas, como la Autovía A Guarda, el Polígono industrial en Tebra, hacen necesario una reflexión sobre sus efectos en el paisaje así como las posibilidades de una nueva reestructuración que recupere una cohesión, de antaño, que revalorice un sentido de lugar nuevo. El río aparece así como el espacio olvidado. (texto de Pablo Gallego)



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