UTOPÍA TABARCA (redefinición antropológica insular)
El pasado 30 de Julio se realizó en Tabarca la exposición pública de resultados del Taller Utopía Tabarca Vol. 1, impulsado por el colectivo Alacant Aftersun y dirigido por el arquitecto Francisco Leiva (grupo aranea). El taller reunió en la isla durante cinco días a arquitectos, ambientalistas, paisajistas, biólogos y artistas procedentes de Italia, Francia, India, Líbano y España.

Alacant AfterSun es una plataforma crítica e independiente que pretende repensar Alicante. Surgió en 2008 -en pleno boom de la construcción- como reacción ante un escenario en el que ni las iniciativas privadas ni las actuaciones públicas eran suficientes para responder a reflexiones profundas sobre el futuro de Alicante. Alacant Aftersun pretende contribuir a la construcción del relato de Alicante, comprendiendo lo sucedido y explorando a su vez lo que puede suceder (aquello en lo que Alicante puede convertirse).

Alacant Aftersun se ha centrado esta vez en la Isla de Tabarca, un proyecto utópico de isla habitada que empezó a concretarse en 1768. Este estratégico enclave propone una nueva perspectiva desde donde contemplar Alicante. Utopía Tabarca es también un espejo en el que Alicante puede mirarse.

Las conclusiones de los cinco grupos de trabajo en que se subdividió el Taller son las siguientes:

Utopía Social
Tabarca es una isla dual. Sobreexplotada en verano y casi desértica en invierno.
En pleno verano la isla se transforma cada día cuando parte la última tabarquera.
Tras los excesos del verano, en la isla de invierno residen a duras penas 20 personas.
El particular legado cultural que este irreductible grupo ha desarrollado durante dos siglos corre serio peligro de perderse y merece ser recopilado y divulgado.
Este primer grupo de trabajo se propuso contactar con los descendientes de aquellos primeros pobladores, entrar en sus casas, conocer sus historias y contribuir a que la rica tradición oral de la isla siga viva.

Utopía Antropomórfica
La representación sensible y continua del perfil exterior de la isla nos ofrece una vista inédita de la isla para muchos y nos permite comprender que la isla no se ha construido, sólo han recompuesto sus partes y reorganizado sus geometrías.
Esta mirada continua de la isla desde el mar, se presentó en una instalación suspendida a lo largo de la bóveda de la iglesia.

Utopía Sumergida
Las leyendas son algo en lo que queremos creer. Que nos gusta tanto escuchar como contar. Historias que sentimos la satisfacción de conocer y de las que nos enorgullecemos al pensar que han sucedido en un entorno propio, un lugar al que pertenecemos. Las leyendas acaban de construir nuestros paisajes.
Una reinterpretación de las leyendas y la historia tabarquina generan una serie de imágenes evocadoras y sugerentes: cuevas marinas interconectadas con las viviendas de sus habitantes, laberintos de aljibes, balnearios esculpidos en la roca, escondites de corsarios… una desconocida Tabarca.

Utopía Bienestar
La isla como fuente de salud, disfrute y conocimiento. Tabarca es un lugar donde se agudizan los sentidos y el tiempo se alarga.
Tras un primer análisis de las capacidades de disfrute de la Isla, este grupo de trabajo planteó la posibilidad de implantar usos específicos relacionados con la talasoterapia, la gastronomía, congresos, terapias ocupacionales, deportes náuticos… y hasta un pionero proyecto de Reserva Cultural con un vivero de producción artística (una convocatoria anual de residencias artísticas que incentivasen proyectos específicos para la isla, para Alicante).

Utopía Austera
Pensar en una isla que gestione mejor sus recursos es la base de cualquier proyecto de futuro para Tabarca. Este grupo de trabajo imaginó la isla como un ser vivo, dinámico, como un organismo capaz de adaptarse a los nuevos retos y evolucionar. Aprovechar al máximo los recursos y mejorar y actualizar las infraestructuras y servicios de la isla serían objetivos imprescindibles a medio plazo.
Problemas endémicos como él de la gestión de los residuos podrían convertirse en recurso mediante su oportuno tratamiento para, por ejemplo, recuperar parte de la isla como espacio agrícola.

Todo lo anterior debe entenderse a modo de líneas de trabajo y aproximación al horizonte de una Isla en la que la protección de su patrimonio histórico y natural se vea refrendada por una actividad humana consecuente y próspera, tal y como ocurre en los espacios declarados Reserva de la Biósfera (la Comunidad Valenciana es una de las pocas que carece de tal distinción).

La toma de datos y las conclusiones de este Primer Volumen de Utopía Tabarca se han hecho realidad gracias a la colaboración entrañable e incondicional del puñado de tabarquinos que moran en la Isla en una resistencia heroica ajena a los flujos estacionales de visitantes y dinero, un colectivo de quince o veinte personas que por encima de cualquier tipo de nostalgias muestran su agradecimiento a la vida que la isla les ha deparado y responden con cariño el interés que por ellos se muestra. Esas últimas gotitas de esencia, ellos, son nuestro pago. Gracias de corazón.

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